Durante décadas, los formuladores han buscado mejorar las características de los productos: reducir el peso, mejorar el aislamiento, aumentar la durabilidad y lograr un acabado perfecto. Tradicionalmente, lograr una de estas propiedades solía ir en detrimento de otra. Hoy en día, esta compensación es cosa del pasado. La integración de microesferas de vidrio huecas representa un cambio de paradigma, pasando de simples rellenos a aditivos sofisticados y multifuncionales que permiten a ingenieros y químicos diseñar recubrimientos fundamentalmente más inteligentes, eficientes y sostenibles.